Llegó el momento de guardar toda la ropa de invierno y empezar a sacar la ropa más fresca que tenemos en nuestros clósets. Estamos a unos días de que empieze la primavera y se haga el cambio de estación, el que halla este cambio de estación nos puede llevar al misterio y al mismo tiempo nos podemos sentir con ganas de renovar nuestras energías por lo cuál tenemos algunas ideas de lo que puedes hacer para recargar energía al alcance de tu bolsillo.
Las dos opciones que te presentamos son: el lugar número uno y por excelencia tanto de los nacionales como de los extranjeros para vivir el equinoccio de primavera es Teotihuacán la ciudad de los dioses, este lugar desde el momento en el que pones el primer pie en el es mágico, lo mejor es que sólo en esta fecha del año te dejan subir a la pirámide del sol para cargarte de energía y así también poder admirar la arquitectura que hay por la vista que puedes llegar a tener desde la pirámide.
Si no puedes subir desde abajo de las pirámides también puedes llegar a tener una vista increíble o puedes disfrutar el espectáculo que hay, ya que puedes ver cómo la serpiente emplumada va subiendo la pirámide, vivir el ambiente que hay con los danzantes y ver todos los rituales que realizan para cargarse de energía. Este tipo de experiencias no se viven en todo el mundo sólo en México, es de admiración como los antiguos teotihuacanos valoraban estos cambios de estación y lo que traían consigo. Después de vivir toda esta experiencia puedes ir a comer a uno de sus restaurantes o puedes ir al pueblo de Teotihuacán donde puedes encontrar el mercado local y ahí encontrarás sin fin de platillos típicos para disfrutar y no sólo se quedan en platillos también hay infinidad de postres desde la clásica nieve de limón hasta algo más elaborado.
La segunda opción que les ofrecemos y dentro de la ciudad es Confidencial al sur de la ciudad de la México, muy cercas de una de las plazas más conocidas de México. Cuicuilco es parte de los vestigios arquitectónicos muy poco conocidos por los chilangos, pero no por eso deja de perder su encanto esta pequeña pirámide está muy bien cuidada y conservada a pesar de los años que tiene, a diferencia de Teotihuacán es más pequeña y tiene menor dificultad a la hora de subir a ella ya que tienes que ir rodeándola poco a poco hasta llegar a su punta, donde podrás encontrar una buena vista y te podrás dedicar solamente a alzar los brazos para recagarte de energía.
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